El Espíritu de Lugubre posee a los palentinos con su folk ficticio
Diario Palentino / Laura Bulón / PALENCIA
5 de Septiembre de 2007
Este conjunto burgalés interpretó varias canciones con las que pretende recuperar «las sensaciones del mundo rural que vivieron nuestros abuelos y que se está perdiendo»
En un ambiente acogedor, casi intimista, el grupo burgalés Espítitu de Lugubre ofreció en la noche de ayer un concierto de música que ellos mismos definen como folk ficticio, «ya que parece música tradicional pero realmente está basado en pueblos y tradiciones que no existieron», explicó ayer el líder del grupo.
A través de los acordes que salían de la guitarra, la flauta, la gaita, la batería, la caja, el acordeón y el stick, una mezcla entre bajo y guitarra, los cinco miembros de este grupo trasmitieron a los cerca de 300 palentinos que se acercaron hasta la explanada del Sotillo «las sensaciones del mundo rural, de esa vida de nuestros abuelos que se están perdiendo y que son nuestras raíces».
A medida que sonaban los primeros compases, los visitantes del mercado medieval iban saliendo de entre los puestos para acercarse a ver la procedencia de los sonidos melodiosos y tranquilos que surgían de un pequeño escenario.
Durante una hora y media aproximadamente la música instrumental se mezcló con la lírica castellana en un concierto que además de ofrecer música acercó a los palentinos las leyendas y viviencias de antiguas profesiones casi olvidadas.
De esta manera, interpretaron un tema dedicado a los pastores en la que se narra la historia de amor entre uno de ellos y una moza del pueblo. Asimismo, la velocidad de la música marcaba la historia y las sensaciones de un pescador de cajón, un oficio de antaño de las localidades con río en la que un hombre sobre una barca pescaba gracias a una gran vara y que, además, se encargaba de sacar del agua los cuerpos de los ahogados.
Otro de los elementos típicamente rurales al que quisieron rendir homenaje a través de una canción fue el oso, interpretando una música acompañada de letra en la que se explicaba la extraña relación entre el hombre y los plantígrados. La tonada del Valle de Ura fue otro de los temas que interpretaron durante su actuación en Palencia.
El público palentino supo responder con aplausos tras cada interpretación y se animó a seguir el ritmo con las palmas.
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