Uno de los temas emblemáticos de El Espíritu de Lúgubre. El prado, las tejas rojas, las flores, el camino sobre la colina. Letra casi cinematográfica para una historia trágica.
Moza que vienes buscando mi sonrisa a media noche,
aunque tu padre diga que soy malaje, que soy malaje,
entra en mi casa niña, que hace frío y pueden verte,
y si nos vieran juntos, luego vendría tu padre a verme.
Niña querida, la vida doy entera por no perderte,
por abrazar tu talle, cuando bailamos entre las flores,
y en el verano, dulce esmeralda, te haré un casa de tejas rojas,
donde vivamos todos los años, hasta que ancianos, nos lleve la muerte.
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame,
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame.
Hoy me has rogado, que suba a lo alto, que vaya a hablarle.
Miras mi niña, desde la vega, que subir que subo, que igual no bajo,
que son tus ojos los que me animan, camino arriba, hacia el cerro alto,
que desde lejos, él ya me ha visto, viene a encontrarme, ya me ha encontrado.
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame,
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame.
Mire buen hombre, que yo a su hija la tengo en lo hondo, me ha enamorado,
-de tan profundo, pues ahora mismo, yo te la arranco, yo te la arranco-
tres cuchilladas bravas en el costado y me van bajando,
hacia una tumba abierta, que hay en el prado, donde bailamos.
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame,
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame.
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame,
Morena mía, tu no me pidas que suba a lo alto, que vaya a hablarle,
que él habla en otra lengua y no comprende que yo te ame.
Letra y música: Silverio Cavia