No hay nada que se le resista a Julián. Lo mismo se arranca con un pasacalles castellano con la dulzaina, que toca de forma increíblemente fluida un reel irlandés. Es una caja de sorpresas. Su amplia colección de chismes abarca desde las gaitas gallegas, a la gaita charra, dulzaina, chirimía, bombarda, flautas traveseras, whistles de plástico, y así hasta aburrirnos. Y lo sorprendente es que los toca todos. Puede que algún día le veas por ahí como dulzainero, o interpretando música medieval.
El folk ficticio de El Espíritu de Lúgubre goza ahora de su talento, para regocijo nuestro (y vuestro).
MANIAS. la puntualidad (a pesar de no llevar reloj), y alguna que otra cosa que os sorprenderían ;-)