A diferencia de la maqueta, que se grabó poco después de crearse la formación actual de El Espíritu de Lúgubre, el CD se está grabando 3 años después de tocar juntos y de haber alcanzado la madurez musical como proyecto. Eso se nota, y vaya si se nota. No hay dudas en las partes, y todo el mundo sabe lo que tiene que tocar. Todo el trabajo de ensayos en el local, directos, grabación de conciertos, la tiranía de la claqueta, etc., finalmente ha dado sus frutos y sin duda este es el momento ideal para abordar esta grabación.
Personalmente tengo absolutamente claro cuál es el sonido del grupo y mi labor es intentar que ese sonido se plasme en CD del modo más fiel posible. No es fácil, pero voy a hacer todo lo posible por conseguirlo.
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El lunes 13 de Octubre (fiesta local) y pronto por la mañana quedo con Mario para sacarle el máximo rendimiento a la jornada. Dos cafés y a la carga.
Aunque el orden de grabación de los instrumentos no es algo prefijado de antemano, sí que suele ser habitual que la base rítmica sean los primeros en grabar, para que los demás se sientan más cómodos cuando les llegue el turno.
Así pues, Mario Mayoral ha sido el primero en venir al estudio y dejarse las manos castigando al cajón. En una jornada de lo más productiva, Mario ha grabado los cajones de 8 temas con su habitual seguridad y eficacia. ¡Bravo! No podíamos haber tenido un comienzo mejor.
Usamos la mañana para colocar micros y captar sonido (detalles técnicos en un próximo post) y nos dio de sí para dejar 3 temas listos. Comida rápida, paseo para despejar la mente y los oídos, y de nuevo al tajo para acabar a eso de las 10 de la noche con otros 5 temas más terminados.
Mario se escucha y se ve a sí mismo.
¿Jaqueca, sueño, desesperación? ¡No, concentración al máximo!
El cajón es el elemento de percusión más usado en el grupo y el responsable de la actual contundencia sonora, creando la base junto con el contrabajo (o Stick, dependiendo del tema) y las guitarras acústicas sobre las que suenan las melodías de acordeones, trikis, flautas y gaitas (además de la voz de Silverio, claro).
Quedarían darboukas y djembés para aportar un toque de color extra, así como todo el repertorio de artilugios percusivos de Mario que se encargarán de crear ambientes y añadir acentos y texturas.
Si todo va bien, las percusiones podrían estar acabadas esta misma semana, dando paso al siguiente “Lúgubre”.
La locomotora está en marcha y no se va a parar.
Extracto de audio de un fragmento de “David”
Un poco de información sobre el cajón “Paradisso” que usa Mario, construido por Mario Cortés.
Demo de cajones Mario Cortés. Aquí son 7 los percusionistas, pero con la grabación multipistas podemos lograr un efecto similar con sólo una persona (aunque quizás resulte un poco excesivo 