Dejadme jugar a ser un salvaje.
Sólo es un juego inofensivo.
Un escape para mi mente,
pues yo también soy un cautivo.He pagado mis impuestos.
Y el alquiler del sitio dónde vivo.
He llevado a los niños al colegio.
Y soy en todo, pacífico.Sólo mis barbas y mis rotos,
delatan por la calle
que mi alma se amotina,
sin perder el civismo.Dejadme jugar a ser un salvaje.
Un rato sólo, no es delito.
No romperé nada tangible.
Tan sólo las almas son mi objetivo.
Detalles
Esta es una seria muy amplia, recogida en el libro "origen".
Son fotografías inspiradas en la íntima relación del primer hombre con la naturaleza. En la búsqueda del espírítu de un humano libre, que fluye con el ritmo de la Naturaleza y busca a sus dioses en ella.