Normas de la hospedería

La Abadía de Ura abre sus puertas y su corazón a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que recorren un sendero de búsqueda personal, mientras no perturben la paz de los monjes y de los demás huéspedes.

Nuestra hospedería es parte del mismo monasterio, tanto en sentido material como espiritual. Por tanto, el huésped que es admitido en ella participa en el modo y medida establecidos, del clima sosegado y reflexivo de la comunidad (para conservar el mutuo respeto, los huéspedes deben cuidar no interferir en la vida de comunidad).

El huésped que ha sido admitido, previa reserva, goza de independencia y libertad para asistir a los oficios de los monjes, recorrer los espacios para los que le han sido entregadas las llaves y compartir en el claustro sus experiencias y reflexiones, siempre con fraternal respeto hacia los otros huéspedes y monjes, y hacia sus creencias y escritos.

Los oficios se celebran en el coro. Cada oficio está disponible al menos durante una hora, para que el huésped pueda asistir a él, en el momento en que sus quehaceres se lo permitan. Al acercarse la hora de cada oficio, en el monasterio sonará una campana, para avisar a monjes y huéspedes.

La estancia máxima es de 20 días al año. Pasado este periodo, el huésped no podrá volver a acceder a la Abadía hasta el año siguiente. Si por el contrario, el huésped ha encontrado que éste es su espacio, puede solicitar al maestro de novicios su ingreso en la comunidad.

El huésped puede publicar un escrito a la semana, y dos comentarios al día. Entiende, por favor, que con esto queremos mantener un clima de paz y tranquilidad, y al tiempo permitir que la comunidad conozcamos mejor al huésped.

Esperamos que tu estancia sea agradable, y te agradecemos de corazón que estés aquí.

Abadía de Ura